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Alejandra Ochoa Zarzosa

Los péptidos antimicrobianos: ¿una nueva alternativa terapéutica?

Los péptidos antimicrobianos (PA) existen desde el inicio de la evolución de la respuesta inmune. Se encuentran distribuidos en todos los reinos, lo que indica que constituyen una parte esencial de la inmunidad de los organismos multicelulares ya que son producidos por prácticamente todos los seres vivos. Los PA pueden contener de 5 a 100 residuos de aminoácidos (aa) y en su gran mayoría poseen una carga neta positiva (catiónicos), además de que tienen la propiedad de ser anfipáticos. Se utiliza el término de PA debido a que la mayoría posee actividad antimicrobiana de amplio espectro ya que pueden matar bacterias Gram negativas, Gram positivas, hongos, o células eucariotas, aunque tienen selectividad hacia células cancerosas, e incluso pueden inactivar virus. El mecanismo de acción antimicrobiano de los PA se basa principalmente en interacciones electrostáticas con los fosfolípidos de las membranas de las células blanco, en la permeabilización de la membrana, o en la formación de poros en la misma, y como consecuencia, la lisis celular por choque osmótico. Los PA se agrupan en familias de acuerdo con su tamaño (número de aa), su estructura (lineales, α-helicoidales, β-laminares, y β-circulares o cíclicos) y la organización de los aa que los conforman. El mecanismo exacto por el cual los PA rompen la membrana plasmática puede variar entre los distintos tipos de péptidos, el organismo con el cual interacciona o la concentración del mismo. Existe evidencia creciente que indica que los PA tienen blancos intracelulares, además de sus interacciones con las membranas plasmáticas. Los PA recientemente han cobrado gran interés como alternativas farmacológicas a los antibióticos convencionales con base en que: poseen un amplio espectro de acción, matan microorganismos rápidamente, muestran sinergia con antibióticos clásicos, son activos en modelos animales y, de manera relevante, en ambientes fisiológicos in vivo su mecanismo primario de acción no es la eliminación directa de microorganismos, sino que confieren protección por una vía indirecta: a través de la modulación de la respuesta inmune innata del hospedero. Esta última representa una ventaja de los PA al no generarse fácilmente resistencia a ellos. Adicionalmente, existe una gran diversidad de investigaciones que indican que los PA pueden tener actividad selectiva en contra de células cancerosas, por lo que también representan una nueva opción terapéutica contra el cáncer. Finalmente, el hecho de que sean moduladores de la respuesta inmune, les confiere una gran diversidad de posibilidades terapéuticas, ya que a través de la inmuno-modulación pueden servir como terapia alternativa en el tratamiento de diversos padecimientos (particularmente en infecciones o cáncer). Sin embargo, para que toda esta gama de aplicaciones puedan reflejarse en el desarrollo de un fármaco comercial a base de PA, es necesaria la generación de conocimiento básico en torno a los mismos que permita conocer los mecanismos de acción exactos por los que ejercen sus efectos. 

Alejandra Ochoa Zarzosa

Quién obtuvo el grado de Doctora en Ciencias en la UNAM, está adscrita como Profesora-Investigadora a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y cuenta con un laboratorio en el Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología.